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Un encuentro para acompañar y compartir el dolor

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El 21 y 22 de abril de este año se llevó a cabo en el noviciado de los padres jesuitas San Pedro Claver de Barquisimeto el primer encuentro de familiares de víctimas de ejecuciones extrajudiciales en Venezuela.

El proyecto Lupa por La Vida, coordinado por la Fundación Centro Gumilla y la ONG de derechos humanos PROVEA, y la organización ALFAVIC Venezuela, desarrollaron el evento que tuvo, entre otras finalidades, el objetivo de que los participantes se expresaran y compartieran su dolor que llevan a cuestas.

Madres, padres, hermanos, esposas, y otros cercanos a estas víctimas pudieron sentir lo importante que significa encontrarse con otros para exigir justicia al Estado venezolano en este tipo de casos en los cuales los cuerpos policiales y militares siguen actuando a mansalva en zonas populares y mayoritariamente contra los jóvenes, tal cual como lo han reflejado los recientes informes de Lupa por la Vida.

Vida después de la muerte

El señor Pedro Queliz, padre de un joven víctima de una presunta ejecución extrajudicial, una de esas miles que todos los años se producen en Venezuela producto de la actuación de los cuerpos policiales y militares, contaba su testimonio, agradecido por demás, luego del encuentro.

“El día miércoles 20 en el camino de Valencia a Barquisimeto sentimientos encontrados llegaban a mi cabeza y me preguntaba ¿Qué esperamos de este encuentro? ¿Cuál será la disposición de cada uno de nuestros miembros? ¿Qué esperan ellos de nosotros? ¿Y cuál será el resultado de todo este gran aparataje logístico donde hay movilización de tanta gente valiosa?

Y así llegó el día jueves 21 con un amanecer de cantos de gallos espectacular, y una llovizna de bendiciones que anunciaba lo que sería nuestro primer día de EMOCIONES.

Es así como en la medida en que fue anunciado de manera VALIENTE, algunos con temor y miedo que es normal en estas reuniones, fueron fluyendo con mayor intensidad las narrativas cargadas de una mezcla de rabia, impotencia y dolor.

Cada historia de cada uno de ustedes marcaba con mayor intensidad mi corazón y sé que también lo hacían con cada uno de los corazones de cada miembro de Alfavic Venezuela. Cada historia nos hacía llorar como una forma de sellar nuestro respaldo a cada hombre y mujer valiente que se atrevió y se atreven a TRANSFORMAR sus vidas”.

Pedro es uno de los integrantes de la Alianza de Familiares de Víctimas de Ejecuciones Extrajudiciales en Venezuela que da sus primeros pininos en este andar de construir memoria, exigir justicia, lucha contra impunidad y el silencio, y vigilancia para la no repetición.

Documentación y sistematización: dos tareas en curso

El jesuita Alfredo Infante, coordinador general de Lupa por La Vida y uno de los facilitadores del encuentro, indicó que el juntarse no solo sirvió para que los participantes compartieran, se desahogaran, se sintieran acompañados «desde el cultivo de la Fe», sino también para avanzar en el fortalecimiento de las organizaciones ciudadanas en esta materia y en los procesos de documentación y sistematización de estas prácticas privativas del derecho a la vida.

Para el activista de derechos humanos e integrante también de este proyecto Marino Alvarado, el encuentro permitió además empezar «afinar un mínimo de estrategias para dar a conocer mucho más estos casos de ejecuciones extrajudiciales», que si bien disminuyeron considerablemente en el 2021, todavía siguen siendo un signo preocupante en el capítulo de vulneraciones de derechos humanos en Venezuela.

El también miembro de PROVEA destacó de igual manera que este evento es catalizador de otros futuros encuentros con más organizaciones como ORFAVIDE, Organización de Familiares de Víctimas en contexto de operativos policiales, así como con otras iniciativas al respecto.

Una red por la vida

Y como cerraba el señor Pedro Queliz su relato se trata de seguir forjando una red por la vida.

“Nuestro Señor, como sabio  maestro, nos paseaba de un escenario de mucha carga a otro escenario donde de  la mano y voz del padre Alfredo  nos conversaba sobre cómo transformar el DOLOR en una herramienta y razón para VIVIR.

Para ello, hablaba  del ejercicio de las cinco POTENCIAS para transformar ese dolor en una razón o razones para VIVIR, a través de una RED de VIDA para TRANSFORMAR y hacer TRANSFORMACIONES  que te permitan establecer MODO y ORDEN.   

Esas cinco herramientas son la AFECTIVIDAD, la MEMORIA, la  IMAGINACIÓN, la RAZÓN y la  VOLUNTAD. Herramientas que permiten identificar el causante del apagado de tu  LUZ y que te permiten también  ENCENDER desde lo  ESPIRITUAL y  manejo desde  lo EMOCIONAL tu razón de SER y de VIVIR.

Además, de manera magistral el Padre nos hizo entender el PODER del AMOR como una fuerza que transforma, y que la MUERTE no es el final del CAMINO, esa explicación de cómo CONVIVIR con el DOLOR llamada CON-DOLENCIA y cómo COMPARTIR  el DOLOR llamada COM-PASIÓN. Él decía que el DOLOR COMPARTIDO es FUERZA y eso se evidenció y quedó demostrado con la integración que hicimos al final de la tarde, donde ya ese panorama que estaba nublado permitió a través de nuestros actores comenzar a ver LUZ y CREER que todo es posible bajo la voluntad de nuestro Señor Jesucristo.

Por eso DOY GRACIAS

1. Por permitirme estar en el lugar y momento  indicado

2. Por permitirme escuchar historias  de algunos miembros y poder ser parte de  su Condolencia y Compasión

3. Ser testigo de que Querer es Poder y que juntos somos más para ir avanzando hacia nuestro objetivo común: JUSTICIA GENUINA Y DIVINA”.